Prioridad 2: Requieren monitoreo
intensivo y potencialmente pueden necesitar una intervención inmediata y no se
han estipulado límites terapéuticos. Por ejemplo, pacientes con estados
co-mórbidos quienes han desarrollado una enfermedad severa médica o quirúrgica.
Prioridad 3: Pacientes que pueden
recibir tratamiento intensivo para aliviar su enfermedad aguda, sin embargo, se
le puede colocar límite a los esfuerzos terapéuticos, tales como no intubar o
no efectuar reanimación cardiopulmonar si la requirieran. Ejemplos: pacientes
con enfermedades malignas metastásicas complicadas con infección, taponamiento
cardíaco u obstrucción de la vía aérea.
Prioridad 4: Son pacientes no apropiados para cuidados en UCI. Estos deberían ser admitidos sobre una base individual, bajo circunstancias inusuales y bajo la supervisión del jefe de la unidad
No hay comentarios:
Publicar un comentario